Paciel
Botones, muchos botones. Caminos de encajes; cenefas que atraviesan la tela como líneas de energía. Pintura saltando sobre la trama y la urdimbre.
¿Tapices? ¿Pinturas? ¿Alta Costura?
No,
Alejandro.
Paciel González
Quien no ha soñado con una huelga de botones que nos dejen vislumbrar desnudeces deseadas.
Aquí los botones (al fin libres del ojal) en paseo lúdico se mueven por la tela para desnudar sin recato la sensibilidad de Alejandro.
Paciel González
Marivi
La primera vez que vi la obra de Alejandro, pensé en un cuento en el que un artista plástico realiza cuidadosamente su obra y por la noche los duendes juegan con el costurero de la abuela y dejan caer aquí y allá botones, cintas, hebillas, imperdibles y todo tipo de pasamanerías. Escenografía para una película de Tim Burton.
Pero no es así, cada cosa, cada pincelada tiene su sitio exacto, lo bueno es que parezca un caos, el color y el tema están muy pensados. La mezcla de fantasía y cotidianeidad es lo que atrae, mirar más allá del costurero y ver un bosque donde poder perderse.
Victoria Álvarez
